sábado, 15 de mayo de 2010

Capitulo: 19 “Mi Tía Lila”



1946 – 1975, edad 6 a 35 años.

   Mi tía era esposa de mi tío Lino, hermano de mi papá. Tenía tres hijos; Cristina - Patricio y Mariluz, de 10, 9 y 7 años, vivían en nuestra cuadra.
   Luego del fallecimiento del tío Lino, mi padre tuvo a esta tía bajo su protección con mis primos y hacia como de padre para ellos.
              Pero, mi tía Lila, merece un capítulo aparte.

  Era descendiente de españoles, buena moza, tez clara, cabello rubio, muy alegre. Muy pituca y a pesar de enviudar muy joven, jamás se quiso volver a casar, para ella, el único amor de su vida, fue el tío Lino, así es que, ella sola, educó a sus hijos. (fig. nº 1)

   Ella era una ardiente defensora de la familia, sobre todo, de sus hijos. Ella los encontraba estupendos, buenos mozos, inteligentes, todo lo relacionado con ella, era súper. (fig. nº 2)

   A Patricio, lo encontraba igual al tío Lino, que era realmente estupendo, a Cristina, la encontraba igual a Elizabeth Taylor (se parecía bastante) y a Mariluz, era regia, linda, etc.
   Hablaba sin parar y siempre exagerando las cosas a tal extremo, que todos sabíamos, que había que creerle la mitad. Era muy romántica y coqueta en sus modales, muy cariñosa.

   Hasta fue al aeropuerto, a ver a Jorge Negrete, que era, su “Ídolo”, pero volvió muy desilusionada, porque este, al ver tantas mujeres locas por él, al bajar del avión, dijo: “¿Qué pasa, aquí no hay ningún hombre, acaso?” (fig. nº 3)

   Salió uno que estaba cerca y respondió: “Si, huevón, aquí tenis uno” y le dio un feroz combo.

   Ella quedó muy decepcionada del ídolo y lo encontró “roto”, y si había algo, que ella detestaba, era a los “Rotos”

   A ella le gustaba la gente “linda”, del barrio alto, caballero, culto, buen mozo, le desagradaba la gente “rara”, como ella llamaba a los artistas, intelectuales, escritores, gente bohemia.
   En su propio edificio, vivía la familia, de Wilfred, (amiga mía) y ella no tenía simpatía por ellos.
   Yo me divertía mucho con ella, su conversación, su buen humor, su risa, sus sueños de grandeza.

   Cualquier persona conocida de ella, no era un cualquiera, era de apellido ilustre, elegante, educado, etc.
   Le encantaban las Radioteatro en radio “minería”, y en ese momento, no se le podía hablar, ni interrumpir, se los tomaba tan a pecho, que hasta lloraba.
   Ella se consideraba una dama y todo el mundo tenía que tratarla con gran deferencia.
   Se vestía con buen gusto, pese que no tenía dinero para comprarse tanta ropa, vestía a sus hijos, a la moda, porque para ella era importante la presencia y la hermosura.
   Así era ella, como una niña, llena de fantasías, aunque pasara estrecheces, decía: “Que no se note pobreza”.

   Las amistades, ni que hablar, eran “La creme de la creme”

   Cada día leía todos los enunciados de los diarios, y revistas en los kioscos y con eso, ya tenía tema de conversación para todo el día. (fig. nº4)

   Siempre alegre, contando sus historias. Era una pituca, de nariz respingada y tenía un gesto con la nariz, que siempre solía hacer, como despreciativo y burlón, tocaba su nariz.

   A mí, me encantaba oírla hablar, porque a ella y a sus hijos, siempre les pasaban cosas buenas, estupendas.
  Pero el sufrimiento de su viudez, su soledad, la escasez económica, sus angustias, penas, ella las guardaba.

   Mi tía Lila siempre nos visitaba, porque mi mamá, rara vez, iba a visitar a alguien.
   Ella quería mucho a mis padres, se sentía protegida por mi papá y ante cualquier problema, corría a pedirle ayuda a mi papá.

    Mi padre fue “tío” y “padre”, a la vez, de mis primos.

   Esta es la tía, que Silvia Goyeneche desafió cuando le pegó a Mariluz, su hija menor. (Capitulo nº 5).

   Esta tía, a pesar de parecer tan despreciativa en apariencia, tenía un corazón “inmenso”.  A mi me enseñó, con su manera de ser, a amar en primer lugar a mis hijos; a defenderlos contra cualquier daño, como una fiera.  Ella luchó toda su vida por sus hijos, contra viento y marea.

  Gracias tía Lila, por tu alegría de vivir, por tu risa, por tu optimismo, que me alentaba a seguir adelante.

  Gracias, por el hotel, que nos buscaste, cuando nos casamos con Jimmy, que ni pensábamos, ir a ningún “Hotel”, pero tú, insististe, que nos teníamos que ir a un hotel y salir de “Luna de miel”, en consecuencia, que siendo estudiantes ambos, solo pensábamos, no tener ningún gasto, (que no se note pobreza, me decías).(fig. nº 5)
 También pediste a tu hija Cristina, su casa para hacernos un cocktail.

        Siempre tú, “Subiéndole el pelo a la vida”


        ¡“Gracias tía querida por ser como fuiste” !

3 comentarios:

  1. Le agradesco por la felicidad que me da al compartir su biografia, me rio y es relajante,
    todo mi cariño y siga adelante..
    la direccion de los sicologos no se ve, se muestra solo el correo...
    ojala muestren mas rapido los capitulos
    ¡GRACIAS!

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  2. GRACIAS,
    PORFAVOR CONTINUE,
    FELICIDADES POR SU VALENTIA

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  3. bueno, puedo decir que este es un sueño hecho realidad, siempre a escrito lo que siente, y eso es muy bonito.yo puedo decir que la señora lila siempre estaba preocupada x su gente y era una persona muy cariñosa , nunca se mostraba mal. espero que siga escribiendo x que esto ayuda a ver la realidad en el cual uno vive.LAfelicito y fuerza para seguir adelante...

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