viernes, 16 de julio de 2010

continuación... "Mi Madre"

EL CARÁCTER DE MAMÁ
= Tolerante e indiferentemente amable =

   Mi tía Marta, era una familiar lejana de mamá, que se quedó soltera, estuvo trabajando como Nana en una casa muchos años, hasta que Jorgito, su niño que ella crió, creció y le pagó un departamento cerca de nuestra casa en la calle Bombero Núñez.
   Vivía cómodamente allí, sin hacer nada, Jorgito pagaba su vivienda y sus cuentas.
   Entonces, comenzó a ir a nuestra casa, acompañaba a mi mamá, se sentaba mano con mano a su lado, a ver como ella trabajaba.
   No era capaz ni siquiera de preparar una taza de té. ¡Era increíble!
   Allá llegaba todos los días a almorzar, tomaba onces, cenaba y en la tarde se iba a su departamento.

   Que yo recuerdo, pasaron años y ella, jamás hizo nada, excepto, acompañarme a dormir, y cada noche, me contaba el mismo tristísimo cuento de un niño, que se iba comiendo a su caballo, por presas, una pata, una oreja, etc. No recuerdo bien, por qué.  Cada noche el mismo cuento, no sabía otro.

   También iba, a dejarme al kínder y a buscarme. No recuerdo ninguna otra utilidad que le haya prestado a mi madre, en su vida.
   Recuerdo que se pasaba mirando la cintura, se encontraba regia. Era muy vanidosa. Siempre preocupada de su cinturita y su arreglo personal.
   Era curiosa, esta tolerancia de mi madre con esta tía, que no ayudaba en nada y ella tampoco le exigía.
   Prefería hacer las cosas ella, porque Marta decía: “Es una inútil”.
   La verdad, el único aporte, que yo veía de esta tía era su compañía y su sentido del humor, que hacía reír mucho a mi mamá.

   Claro, que cuando papá llegaba, se enfermaba de verla siempre, sentada, ociosa, mirando como mi mamá trabajaba, y ella mano con mano.
   Siempre estaba reclamando con mi mamá en contra de la tía Marta, todos los días, pero no recuerdo que alguna vez, le haya llamado la atención a ella.
   Solo protestaba contra ella a mi mamá que era una “vieja inútil”, que “hasta cuando la iba a mantener”, “que hablaba puras leseras”, etc.
   Mi madre, solo respondía: “POBRE MARTA”. Y mi papá, se callaba o se iba protestando.

   Yo veo, mirándolo años después, que mi madre, necesitaba su compañía, porque no tenía amigas y ella la hacía reír. Eso también a ella, le hacía mucha falta, escuchar las ilusiones amorosas del pasado de la tía Marta.





= Dominante =


   Un día mi mamá estaba enojada con mi hermana Alicia, estaba furiosa con ella, discutieron y pelearon, y como no logró imponer su voluntad a mi hermana, ni doblegarla, que era lo que ella quería.
   No había forma, mi hermana la gritaba y no le hacía caso. “No y No”.
   Entonces, en el límite de la furia, mi madre, ante mis ojos y los de mi nana le dió un ataque de cólera y se desmayó.
   Cayó al suelo, en pleno pasillo, de nuestra casa en Siglo XX y quedó como muerta, tiesa, no abría ni los ojos.
   Yo, cuando la ví caer, corrí a levantarla, pero era inútil, estaba rígida como un muerto. Yo, terriblemente angustiada pedía a Alicia que la ayudara, a lo que Alicia respondió a gritos:

Párate de ahí teatrera, para qué asustas a la Toñi, si me estás oyendo perfectamente”.
Todo es mentira, corta el show, todo es pura manipulación”.
Levántate ridícula, teatrera, tú no estás enferma de nada”.

   Y de pronto, cual no fué mi asombro, mi madre que yo veía casi muerta, se levanta violentamente y dió un tremendo bofetón a Alicia en plena cara.

“¡Cállate, chiquilla maldita!”, le gritó.

                                 Yo quedé boquiabierta, no entendí una palabra





“LOS MIEDOS DE MI MADRE”

La muerte


   Mi madre nunca hablaba de la muerte, desde pequeña, de 5 años cuando falleció mi primo en Gorbea, ella nunca me habló qué había pasado con mi primo.
   Luego de adolecente, lo que más recuerdo de ella, era su eterno luto y lágrimas por el pasillo, por la muerte de mi tío Antonio. Nunca aceptó su muerte.

   Luego, yo empecé a los 18 años a sufrir el pánico a que ella, se muriera y cuando falleció, me costó años aceptarlo.
   Finalmente, cuando falleció mi papá, ella jamás fué a verlo al Cementerio, si no que mandaba a su Nana, Alicia a ponerle flores a su tumba.
   Todos esos miedos yo los heredé.  Yo nunca voy al Cementerio a visitar a mis padres.  ¡Odio los Cementerios!





“La Muerte de mi Madre”


15 Enero 1981

   Cuando ella se enfermó de cáncer ninguno se atrevió a decirle lo que tenía, sabíamos que no lo podría soportar.
   Pero a medida que ella se sentía cada día más mal de salud, comenzó a sospechar que su enfermedad era sin remedio.
   Ella entonces se trastornó tanto, estaba muy enojada con Dios, se negaba a morir. Nosotros no sabíamos qué hacer con ella viéndola sufrir tanto al no aceptar su muerte.

   Entonces, el Señor misericordioso nos envió un ángel, “Sister Margaret”, una religiosa que pertenecía a una “congregación norteamericana “cuya misión era orar por los enfermos terminales que no querían aceptar su fallecimiento.

   Ella oró por mi madre una noche completa y se realizó el milagro. Mi madre aceptó confesarse y se entregó a la voluntad de Dios. Ella recibe la confesión, los Santos Oleos del Padre Alejandro Hermida. El día 15 de Enero de 1981 facelle.

   La religiosa “Sister Margaret” nos dejo unas bellas medallitas de recuerdo.

Mi Madre ahora está en el cielo, feliz junto al Señor.






1 comentario:

  1. ¿Por qué la madre marca tanto?, a veces tengo mucho miedo de cometer los mismos errores que cometió mi madre conmigo ahora que yo soy madre también, y eso que tendemos a repetir los patrones me angustió mucho... me encantaría ser como mi madre en los aspectos buenos, pero quisiera ser mejor para mi hija, no traspasarle miedos e inseguridades, qué difícil es ser padre...

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