1953,14 años
Como todavía no había dejado de escribir actividades para los niños de mi club (las hacía en los recreos para no estar sola y aburrida), un día, en segundo humanidades, se me ocurrió una idea nueva al ver que las internas siempre andaban aburridas y ociosas; porque estaban encerradas todo el año en el colegio.
Me puse con ahínco a inventar un “Proyecto Educativo Extra programático para internas”.
Una vez que lo había terminado, se lo llevé a la madre Palma para saber si lo aprobaba. Ella se tomó su tiempo en leerlo, y luego me mandó llamar a la prefectura.
Sin querer queriendo, era la iniciadora de algo nunca visto en los colegios en el año 1954 (a mis catorce años), las actividades extra-programáticas, que irían apareciendo en los colegios muchos años más tarde.
Hice un trabajo muy completo y organizado de mis ideas, con actividades para distintos intereses (deportivos, intelectuales, religiosos, artísticos, manuales, hasta un grupo para contar chistes en las fiestas) Llegué a la prefectura y la madre Palma estaba con mi proyecto en la mano y me hizo sentar.
- "Esto”, me dijo, “es una idea original, muy creativa, educativa, incentivadora, que no sólo quiero que la ponga en práctica con las internas, sino que me interesa ponerla en práctica para todo el colegio. Seremos el primer colegio que las haga, y le aseguro que muchos colegios nos seguirán. La felicito, Dios sabe las cosas, yo sé que usted escribe estas ideas porque se siente sola en el recreo, no hay bien que por mal no venga; tal vez usted está sola en los recreos en beneficio de la felicidad de todos los niños de su club y ahora de sus compañeras de colegio. Usted tiene que valorarse, confiar en usted, ver todo lo bueno que el Señor le depara. Atrévase ¿A qué teme?"
- "Pero madre", respondí. “Yo sólo pensaba en chico, en las internas, y usted quiere estas actividades para todo el colegio; eso demanda mucho más trabajo y colaboración de otras personas. ¡Reorganizar todo de nuevo! ¿Y quién me va a ayudar en eso?"
- “Si puede pensar para pocos, ¿por qué no para muchos?, ¿cuál es la diferencia?", respondió riendo. "Reorganícese, busque compañeras adecuadas que colaboren con usted. Usted verá, usted es la creativa, no yo. Encárguese, yo necesito poner a andar este proyecto lo antes posible. Esta es una magnífica herramienta para completar la educación de las alumnas, para conocer y desarrollar sus aptitudes personales y también como estímulo para estudiar más contentas ¡Vaya! Hágalo. No dude, es una idea estupenda".
- “Pero madre, si yo no tengo amigas ¿quién me va a querer ayudar?"
“¡Usted verá cómo lo hace!, ¡es una oportunidad para empezar a tener lazos! ¡Piense en grande, aproveche sus condiciones!"
Me golpeó el hombro, me entregó el proyecto y me dijo:
"¡Animo, será un éxito!"
Yo me fui, apesadumbrada, fue como si me hubieran dado vuelta el mundo al revés; sólo quería ayudar a las internas: era un pequeño proyecto que yo tenía pensado. La interna que me podía ayudar era la Maité, una interna italiana muy inteligente y amistosa, que siempre quería hacer algo entretenido y siempre se quejaba de aburrimiento.
¡Pero esto! ¡Era impensado para mí!, ¡Esta monja esperaba de mí algo a gran escala! ¡Esto yo no lo podía hacer!
Pensé y pensé muchos días su proposición, miraba mi humilde proyecto y no me atrevía a lanzarme en una empresa de tanta envergadura para todo el colegio.
Sobre todo, lo que más me asustaba: “¡quién me iba a ayudar, si no tenía amigas!”
Empecé a tener, desde ese día, cada vez más fuertes dolores de cabeza y estómago. No dormía bien, pasaba nerviosa, indecisa; tenía un temor tan grande que me decía que esto iba a resultar mal. Era como un mal presentimiento que sentía que me llevaría a la tumba. Era mucho para mí sola y no me atrevía a pedir ayuda a ninguna compañera, yo no conocía a nadie, ni siquiera a las internas.
Tanto pensé, que un día llevé el Proyecto, me di ánimos y le hablé de él a Maité, la interna que yo mejor ubicaba, que era compañera de curso; fijándome en su disconformidad se me ocurrió la idea.
Le expliqué brevemente la idea de la madre, mis temores y hasta llevaba una dedicatoria el proyecto para las internas. También le conté que me inspiré en ella.
Quería que lo leyera, saber su opinión y si ella me podía ayudar, porque yo no conocía a nadie.
Maité me escuchó atentamente y me dijo:
- "Si a la madre Palma le encantó y quiere llevarlo a cabo ¿cuál es tu problema? Si hay que agrandarlo, lo agrandas no más. Voy a ir a leerlo al tiro en la tarde, que me lateo y mañana te contesto, chao", y se fue
Al otro día, Maité, me estaba esperando con el proyecto en la mano. Me llamó, contenta, y me llevó a un lado del patio, donde nos sentamos.
Ella me dijo:
- "Leí tu proyecto, eres sencillamente sensacional. Si esto no se lleva a cabo en este colegio, no me llamo Maité".
Estaba entusiasmadísima, por ella comenzaba al tiro,
Yo me alegré:
- "¿En serio tu crees que se puede hacer en todo el Colegio?"
- "Estoy completamente de acuerdo con la madre. Esto no se puede desperdiciar sólo para internas, esto cambiará y revolucionará a todo el colegio", dijo entusiasmada.
- "Pero Maité"- supliqué - "¿Y quién me va a ayudar?, ¿tú lo harías?"
- "Por supuesto, yo seré tu mano derecha y haré ejecutar todo lo que tú me digas. Yo conozco a todas las alumnas del colegio. Estoy segura, que ayuda no va a faltar. Yo ya estoy pensando en las compañeras que estarán felices de ayudar, y yo creo, que hasta monjas querrán participar. Anda, haz lo que te digo, la Madre tiene razón. Amplía el proyecto".
- "Pero con la condición, Maité, de que tú serás la que hable y exponga, y te entiendas con las alumnas; tú tienes don de la palabra, yo sólo invento, ¿okay? ¿Prometido?"
- "¡Prometido!"
Entonces me puse a trabajar, pensando ya en todas las alumnas, en un segundo proyecto, de mayores proyecciones. La organización de las actividades, quiénes las iban a llevar a cabo y cómo iba a funcionar el proyecto en una sincronización perfecta.
Actividades apropiadas para "básica", separadas de las de "humanidades", puesto que tenían distintos intereses, distintas capacidades, distintas razones, etc.
Ver la forma cómo conseguir el material según la actividad que se tratara: ya sea deportiva, intelectual, artística, etc. Las salas que se iban a ocupar, ver los horarios disponibles, etc.
Me demoré dos semanas en hacer el segundo proyecto, eso que trabajé también sábados y domingos.
Al fin se lo mostré a la Maité, ella tenía bastante avanzado a su vez: tenía las compañeras que ayudarían a dirigir las diversas actividades, hasta a una mamá, profesora de ballet, que ofreció hacer clases gratis. Ella se movía con gran velocidad y entusiasmo. Así, nos fuimos conociendo y apreciando mejor, después de tantos años de ser compañeras, era primera vez que éramos socias y amigas.
Maité leyó el segundo proyecto y me dijo:
-"Esto se lo tienes que mostrar hoy día mismo a la Madre Palma. Anda ahora, está en la prefectura"
-Fui donde la Madre Palma a llevarle el proyecto adaptado para todo el colegio, como ella quería. Lo tomó y dijo:
- "Lo leeré en seguida"
Claro, este trabajo era mucho más largo y no lo iba a poder leer tan rápido como el primero.
Yo supuse que tardaría un poco en leerlo, porque ella tenía muchas cosas más que hacer.
Nosotras con la Maité, conversábamos, dábamos ideas nuevas; se agregaron las compañeras voluntarias en las diversas tareas y ella me las presentó.
Había un gran entusiasmo y expectación por la aceptación del proyecto, que estaba leyendo madre Palma.
Yo estaba muy contenta, porque después de estar tantos años en ese colegio, en el anonimato total, sin ni una amiga por 5 años, ahora resultaba que me veía rodeada de compañeras de distintos cursos del colegio, que me hablaban, me felicitaban y formábamos un grupo de trabajo y de interés común, nunca soñado. Por lo menos mi paso por ese colegio y todos mis sufrimientos iban a ser compensados por un aporte positivo al colegio. ¡Yo vivía un sueño! ¡Al fin valía algo en ese colegio!
Al día siguiente, cuál no fue mi sorpresa, la Madre Palma me manda llamar y me dice:
- "No imaginé que en este colegio teníamos una alumna tan brillante. Yo sabía que usted era especial, pero no imaginaba hasta qué punto. El proyecto esta íntegramente aprobado. Hoy día mismo notificamos a todo el colegio y profesorado. Estoy segura de que otros colegios nos seguirán, pero seremos los primeros en llevarlo a cabo ¿Comprende ahora cuántas veces yo le dije que usted se tiene que valorar a sí misma? Ahora es la oportunidad para mostrar a todo el colegio y profesorado lo que usted vale"
Pero yo, no entendí cómo ella pretendía que pudiera demostrar eso. Nosotras con Maité ya teníamos todo solucionado, ella iba a ser mi voz y como mi "relacionadora pública". Yo sólo ayudaba en las ideas. Tuve un mal presentimiento, no sé cómo explicarlo.
No entendí como iba a llevar a cabo esta presentación, hablé con Maité de mis aprehensiones y ésta no se preocupó en lo más mínimo.
- "Mira”, dijo “Lo importante es que lo aprobó, nosotras sabemos cómo lo vamos a realizar"
Pero antes de entrar a clases, sin aviso previo, Madre Palma dió órdenes a todas las alumnas que estaban en filas al volver del rosario y a las profesoras que se reunieran en la "sala de reuniones".
Luego se acercó a mí y me dijo:
- "Ya está. Usted expondrá a todo el alumnado y profesorado su proyecto, después de que yo les explique un poco de qué se trata la reunión"
Yo le dije: "Pero Madre...". Y no me pescó.
Le conté a Maité y ella muy relajada dijo:
- ¡Estupendo! ¡Al abordaje muchachas, ha llegado el día!"
- "Pero Maite", le dije, "parece que tu no me estás escuchando, ella dijo: Ahora, Ud. expondrá a todo el alumnado y profesorado su proyecto". ¡Cuando en el proyecto digo, claramente, que serás tu la que hablarás y te relacionarás con las alumnas!"
- "No te preocupes, mujer, si yo estaré siempre contigo y yo hablaré y leeré el proyecto ¡No hay drama!"
Madre Palma tenía a todas las alumnas del colegio reunidas y al profesorado y estaba adelante hablando por el micrófono. Decía que las reunía para escuchar a una alumna de 2° Humanidades, María Antonieta Montecinos, que tenía un interesante proyecto para realizar en el colegio, que estaba segura que a todas les iba a interesar.
Maité y yo, estábamos en la puerta, afuera, mientras Madre hablaba. Yo quedé paralizada cuando la Madre me nombró, se me helaron las manos y creí que me iba a desmayar, me puse pálida, como papel.
Maité me tomó la mano y me animó:
- "No te preocupes, yo les explicaré cómo lo haremos, y tú estarás a mi lado, ¿Así lo acordamos, no?"
Estaba emocionada y excitada, por fin, tener la oportunidad de salir de ese terrible anonimato en el que había estado en ese colegio desde que entré y sobretodo de esa espantosa soledad. Pero continuaba con mi "mal presentimiento", por más que Maite estaba feliz.
Salió MADRE PALMA y me dice:
- "Ya, entra y expone tu proyecto. Todo el colegio y las profesoras te están esperando"
Nos miramos con Maite, y yo creí que me iba a desplomar.
- "¿Yo? No, no, aquí hay un error. En el proyecto Madre, yo digo claramente que es Maite la que va a exponer y a relacionarse con las alumnas, no yo".
- "Ud. lo leyó, y sabe que es así", dijo Maité.
- "Yo digo claramente que ella será la encargada de exponer, por su facilidad de palabras, porque conoce a todas las alumnas"
Pero Madre Palma aceptó que eso sería en la práctica, pero la indicada para exponer al comenzar era yo, porque yo lo había inventado. ¡Le suplicamos, le rogamos con Maité, que así estaba expuesto, en esas condiciones y ella las había leído y aceptado! Le expliqué que yo no era capaz de hablar ante tanta gente, que me daba pánico. De hecho, el corazón se me empezó a apretar, temblaba entera y comencé a sufrir un verdadero "ataque de pánico".
Maité hizo todo lo posible por convencerla, le dijo que íbamos a entrar las dos y ella sólo iba hablar, le dijo que ya tenía a las compañeras que iban a cooperar, le dijo que yo estaría a cargo de las ideas y que a través de ella se ejecutarían, que esas ideas no se podían perder ¡qué no le dijo! Pero fue imposible, las alumnas llevaban rato esperando, mientras nosotras, afuera, tratando de convencer a la monja.
Madre Palma me miró con unos ojos encendidos en fuego y me dijo duramente:
- "Esta es tu oportunidad de hacerte valer, de mostrar quién eres, de salir de la concha en que vives, de romper tus terrores y superarlos, de madurar. Si no lo haces ahora, nunca en tu vida alguien te valorará, si tú misma primero no te valoras." Con una voz que no cabía réplica.
Se me vino el corazón al suelo, quería hacer un hoyo y desaparecer, me moría de Pánico de hablar en público, si ni en los orales podía ¿cómo iba a poder hablar ante toda esa gente?
¿Cómo la Madre iba a dejar a todo el colegio esperando y a los profesores? Yo creí que en algún momento iba a ceder, pero no. Ella estaba convencida de que sólo así maduraría y saldría adelante, que me estaba ayudando presionándome de esa manera, que sólo así saldría de mi timidez, enfrentándola.
Yo pensaba ¿quién era yo? ¡Nadie me conocía, ni mis compañeras de curso!
¿Cómo iba a ponerme delante y hablar a todo el colegio? ¡Eso era imposible!
Sentí que las lágrimas cayeron de mis ojos, y por más esfuerzo que hice, no las pude contener.
Maité me miraba, me tomó la mano y dijo llorosa:
- "Yo estaré al lado tuyo".
Pero fue inútil, yo tenía un verdadero "ataque de pánico", un dolor tan profundo en mi corazón, por mi impotencia; un dolor en el pecho, mis lágrimas corrían por mis mejillas. Respondí:
- "Lo siento, Madre, pero no puedo, pararme allí adelante; no puedo, no puedo. Si no es Maite no se va a poder realizar el proyecto". Hablaba como un zombie.
- "Que favorecería a todo el colegio", agregó Maité suplicante
- "Por favor, Madre, acepte"
- "Es tu decisión", dijo Madre Palma, "Era tu gran oportunidad de darte a conocer, vas contra ti misma, eres tu principal enemiga. Si no te valoras en la vida, jamás nadie te valorará. Si no te lanzas ya a enfrentar situaciones, siempre estarás huyendo de enfrentarlas y seguirás dependiendo de la opinión de los demás para valorarte. Es por tu bien. Estarás siempre despreciando oportunidades en la vida favorables para ti, destruyéndote a ti misma, como siempre lo haces"
Ella lo dijo con calma, pero había en su mirada un dejo de decepción y dolor. Yo le había “fallado” y lo que es peor, “me había fallado a mí misma”. Ella despachó a las alumnas sin explicaciones, disculpando el tiempo perdido.
Ese fue el único momento en toda mi vida escolar, el Colegio Compañía de María, en que tuve la oportunidad de valorarme, y fracasé.
EL MAL MANEJO, MADRE PALMA
CIERRE DE CAPITULO
2009, Agosto, 69 años
Luego de la revisión de mi historia con Madre Palma, mis psicólogos deciden cambiar el titulo del capitulo puesto por mí, a los trece años de edad: "MADRE PALMA, EL FRACASO" por el correcto que debería ser: "MADRE PALMA, EL MAL MANEJO", dado que la "conclusión final", a la que yo llego, es "falsa".
El proyecto habría resultado EXCELENTE, si la Madre hubiese considerado la solución que le planteamos Maité y yo, de TRABAJO EN EQUIPO. Era perfecta, ideal.
Lamentablemente estas “PROFESIAS”, que dichas por la Madre a tan temprana edad, inicio de la adolescencia, al final del capitulo, como: "SIEMPRE ESTARÁS DESTRUYÉNDOTE A TI MISMA", suena como un MANDATO que se convierte en "PROFESIA CUMPLIDA" en mi inconsciente, generando un sentimiento de "CULPA Y FRACASO", que me lleva a asumir en adelante como "MIOS", " CULPAS Y FRACASOS AJENOS", una MOCHILA muy pesada, que a la larga termina quebrantando mi salud física y mental.
Queda este capítulo así cerrado para un conocimiento real de los hechos de la paciente.
MIGUEL Y FABIOLA
Nuevamente el miedo se apodera de Antonieta y le impide sacar provecho de una oportunidad. Lo lamentable de esta situación es que era muy apropiada para superar sus temores, pero a través del fortalecimiento de su sensación de eficacia mediante algun modo de acercamiento sucesivo; vale decir incorporándose de a pocos a la situación que la apanicaba. Mucha gente tiene la idea de que se puede forzar a una persona a salir de una emoción, pero eso por lo general no da buenos resultados, en el ejemplo la Religiosa intentó imponerle valentía a su pupila, y lo peor es que lo hizo amedrentándola y causándole más miedo aún; naturalmente el resultado fue catastrófico. Cuando intentamos generar un cambio tenemos que lograr que la persona lo haga, respetando y comprendiendo su sentir, exponiendo motivos apropiados y facilitando sus avances, el desarrollo y la inmadurez se resuelven con un trato apropiado y afectuoso, no con rigidez e impaciencia.
ResponderEliminarMaria Antonieta dijo referente al Capitulo Madre Palma, el mal manejo". Aunque la conducta de Madre Palma ,no haya sido la mas indicada en ....Ggraciasmi caso, y haya tenido muy malas consecuencias en el futuro, yo se con absoluta certeza que ella actuo de acuerdo a su conviccion que era lo mejor para mi.Yo agradezco su buena intencion, amor y preocupacion por mi, independiente de los resultados
ResponderEliminargracias Madre Palma por su buena intencion
Bueno, es que también este evento ocurrió hace ya un buen tiempo. Por lo que los conceptos que ella manejaba eran diferentes a lo que se conoce hoy en términos del comportamiento. Sin dudas que ella fue un gran aporte, es solo que como en muchas otras cosas Antonieta se adelantó a su época. Es por eso que nos da tanto gusto conocerla y aportar en este trabajo.
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